Conoce y controla los gastos de venta
Se trata de gastos que el retailer o la marca debe identificar y cuantificar para llevar un control óptimo de su rentabilidad
Maria Jose Guerrero
Los gastos de venta se corresponden con el dinero que un e-commerce invierte en la promoción, distribución y entrega de sus productos a los consumidores. Son los gastos que la empresa tiene que asumir para que los artículos lleguen hasta los clientes. Se trata de gastos que el retailer o la marca debe identificar y cuantificar para llevar un control óptimo de su rentabilidad y para poder adaptar la estrategia de precios a sus costes y así evitar posibles pérdidas si fuera necesario. Desde Minderest te explicamos los diferentes tipos de gastos de venta y cómo realizar un buen control de los mismos.
Tipos de gastos de venta
- Directos: son los gastos más claramente derivados del envío y reparto de los productos. Se incluye en este grupo el coste del packaging, de los repartidores o la comisión que recibirán los vendedores en el caso de tener diferentes canales de venta.
- Indirectos: aquellos gastos que forman parte de la estrategia de ventas y que favorecen que el usuario se sienta atraído por tu producto y valore comprarlo. Hablamos en este caso de campañas de marketing, del contacto del equipo comercial con los clientes o de las acciones en social media.
- Fijos: en este grupo se localizan los gastos que el e-commerce debe realizar de forma periódica simplemente por el hecho de estar abierto y disponer de la estructura necesaria para atender a los clientes. No varían con la demanda ni según el comportamiento de los clientes. Aquí se engloba el pago del alquiler de un local en el caso de tener establecimiento físico o los sueldos de tus trabajadores, entre otros.
- Variables: por último, los gastos variables son aquellos que sí pueden aumentar o descender según el volumen de ventas. Debido a ello, estos gastos generalmente se deben a:
- Compra de materias primas o de productos.
- Subcontratación de servicios.
- Comisiones que varían según el volumen de ventas, como las impuestas por las pasarelas de pago o por los marketplaces.
Descuentos aplicados por la compra de un alto número de artículos. En estos casos los beneficios se reducen ligeramente pero se favorece la fidelización de los clientes.
Cómo realizar una buena gestión de los gastos de venta
Además de conocer e identificar los diferentes tipos de gastos, para realizar una buena gestión de la rentabilidad del e-commerce es importante contar con un presupuesto de gastos de venta donde se recojan todos los costes que la empresa tiene que asumir en cada momento. En este presupuesto puedes tener en cuenta el contexto socio económico y posibles hitos que vayan a alterar la demanda, como puede ser la llegada del Black Friday o una etapa de recesión económica. Al mismo tiempo, puedes contar con un análisis histórico de tus propias ventas y gastos para realizar una previsión de los costes en base a los realizados en el mismo ejercicio de años anteriores.
Por otro lado, en el momento de preparar y adaptar el presupuesto puedes revisar los costes aplicados por tus proveedores e intentar negociar con ellos nuevos precios o incluso cambiar de partner. Esto lo han realizado muchas empresas a raíz de los problemas en la cadena de suministro provocados por la vuelta a la normalidad tras los peores momentos de la pandemia de Covid19.
Adapta tu estrategia de precios a las necesidades de tu e-commerce
En última instancia, el dinamismo en tu estrategia de precios también te ayudará a realizar una mejor gestión de los gastos. A través del dynamic pricing puedes aumentar o reducir los precios de tus productos y servicios con el objetivo de generar mayores ingresos y así cubrir los gastos de venta. Con ayuda de herramientas de pricing automatizadas puedes adaptar tus precios a tus necesidades y a las exigencias de la oferta y la demanda sin reducir tu margen de beneficios. Las suites actuales cuentan además con inteligencia artificial para optimizar la fijación de precios.
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